Esta cuna te ayudará a combatir el reflujo de tu bebé

Esta cuna te ayudará a combatir el reflujo de tu bebé

Ahora que estás por empezar esta nueva aventura debes entender que poseer la mayor cantidad de información posible te ayudará a evitar el pánico y saber actuar mejor frente a cualquier situación. Esta vez, empezaremos este artículo por explicar qué es y cómo funciona exactamente el reflujo de tu bebé.

La enfermedad como tal, es conocida entre los médicos como reflujo gastroesofágico, la cual consiste en que el alimento en su estómago vuelve al esófago causándole el vómito.

Cabe mencionar que como tal la enfermedad por reflujo gastroesofágico es un tipo de reflujo más grave y duradero. Toma en cuenta que, si tu bebé no puede alimentarse o el reflujo dura más de 12 a 14 meses, puede ser que tu bebé tenga algo delicado como esto y sea necesario ir al doctor de inmediato para una revisión más profunda.

¿Qué le puede causar el reflujo o el reflujo gastroesofágico a mi bebé?

Existe un músculo llamado esfínter esofágico inferior el cual actúa como una válvula entre el esófago y el estómago. Cuando tu bebé traga, este músculo se relaja para permitir que los alimentos pasen del esófago al estómago. Por lo general, este músculo se cierra para evitar que el alimento que se encuentra en el estómago no regrese al esófago y le provoque el vómito.

Cuando tu bebé tenga reflujo, significa que este músculo no logró desarrollarse por completo, por lo que su abertura provoca que su bebé devuelva la leche en algunos casos prácticamente de inmediato.

Una vez que tu pequeño vaya creciendo, su esfínter se desarrollará por completo, logrando por si solo ya no tener este tipo de accidentes. En los bebés que tienen reflujo gastroesofágico, el músculo del esfínter se debilita o se relaja cuando no debe, por lo que requerirá atención más especializada.

¿Qué tan común es el reflujo en un bebé?

Si bien reflujo es muy común en los bebés con menos de tres meses, estadísticamente esto debe frenarse como máximo entre los 12 y los 14 meses por completo.

El reflujo gastroesofágico también es común en bebés, sobre todo entre los 3 y 4 meses de edad, de los cuales sólo el 10% lo conservan al cumplir su primer año de vida.

¿Cómo puedo identificar si mi bebé tiene reflujo?

El primer y más evidente síntoma es cuando tu pequeño devuelve la leche. Sin embargo, puede causar otro tipo de síntomas, tales como:

  • Arqueo de la espalda
  • Si tu bebé tira la cabeza hacia atrás, durante o después de comer. Esto será un reflejo automático para tratar de evitar que su alimento regrese
  • Cólicos sin razón médica aparente
  • Tos
  • Arcadas o problemas para tragar
  • Irritabilidad, especialmente después de comer
  • Comer poco o nada
  • Poco aumento de peso o pérdida de peso
  • Problemas para respirar
  • Vómitos fuertes o frecuentes

    ¿Cómo puedo ayudar a mi bebé con reflujo a lidiar con este mal?

    Es bien sabido que los cambios en la alimentación pueden ayudar a evitar el reflujo; sin embargo, antes de seguir cualquiera de estas recomendaciones consulta con su pediatra:

    • Agrega cereal de arroz al biberón de leche materna o fórmula
    • Haga eructar a su bebé cada una a dos onzas de fórmula. Si amamanta, hágalo después de darle cada pecho
    • No lo alimente en exceso
    • Mantenga a su bebé en posición vertical durante 30 minutos después de alimentarlo
    • Si usas fórmula y el médico piensa que tu bebé puede ser sensible a las proteínas de la leche, se puede sugerir cambiar la fórmula


    Además de lo anterior y solo si su pediatra así lo considera debido a la gravedad de sus síntomas, es probable que se requiera utilizar medicamentos para el reflujo de tu bebé tales como:

    • Bloqueadores H2, que disminuyen la producción de ácido
    • Inhibidores de la bomba de protones, que reducen la cantidad de ácido que produce el estómago
    • La cirugía, solo en los casos más críticos o menores con problema físico que causen los síntomas, la cual estará únicamente en manos de un gastroenterólogo pediátrico

    ¿Cómo puedo evitar un accidente de este tipo a la hora de dormir?

    Utilizar una cuna con la facilidad de adaptar su inclinación es una de las soluciones más rápidas y efectivas para evitar el reflujo de tu bebé. Al elevar la parte superior del cuerpo por lo menos 20° conseguirás que los ácidos estomacales no suban y no lleguen a la garganta, consiguiendo evitar malestar constante e incluso alguna catástrofe como la broncoaspiración.

    Este tipo de elevación además de evitar desde algún accidente que lamentar hasta ayudar al correcto descanso de tu bebé, también es altamente recomendable si tu pequeño se encuentra resfriado, tiene dificultades para respirar o dolor de oído.



    En Cuna Mágica contamos con cunas con sistema antireflujo. 100% pensadas para garantizar la mejora y descanso de tu bebé en un espacio seguro para él, cumpliendo con sus necesidades de desarrollo, movilidad y, desde luego, perfectamente diseñadas para apoyarte gracias a su versatilidad.

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